La práctica de la Meditación es una vía de autoindagación que genera comprensión. Comprensión de lo que es la vida humana, del significado y el sentido de lo que es la existencia.
Lleva a la trascendencia del yo individual, el ente egoico limitado y aferrado a sus hábitos psicológicos mas recurrentes, para alcanzar la verdadera esencia, la del Ser.
La persona realmente comprometida con su propia evolución, necesita de la Meditación para encontrar las respuestas que están mas allá de la mente racional.
Meditación es un estado superior de cognición, donde la realidad del Ser se expresa en su total magnitud. Meditar es estar en el Presente, no el presente temporal sino el presente cognitivo, vivir la experiencia del aquí y ahora, donde la fuerza del saber se expresa a través de la Conciencia.
Oriente nos habla de que el ser humano puede ser libre psicológicamente, esa vivencia de la verdadera libertad se da con la práctica meditativa.
Es una de las principales Dárshanas o vías de realización. Se la llama la Vía del Discernimiento, del Conocimiento Supremo o Vía final No-Dual.
Su origen está en los más antiguos escritos hindús Los Vedas y Los Upanishads, datan de una antigüedad de más de 5.000 años.
Es profundamente metafísica pues se fundamenta en el estudio del Ser en su visión más abstracta, a través de la indagación de la mente y sus diferentes estados cognitivos.
En Yogananda, fundamentamos la práctica de la meditación desde las enseñanzas de uno de los grandes maestros vedantines contemporáneos, Sesha.
Además de la práctica meditativa, se incluye un espacio de tiempo para abordar temas como: