Pueden ser innumerables las razones para adentrarnos en la práctica del  Yoga, éstas son algunas de ellas:

*  Se libera el cuerpo de las tensiones acumuladas en músculos, fascias y articulaciones.

Se activan los principales órganos depuradores de tóxicos: Intestinos, Riñones, Pulmones, Hígado.

*  Se equilibra  y regula el metabolismo de todo el organismo, favoreciendo el buen funcionamiento fisiológico.

*  Se amplía el ritmo de la respiración, mecanismo fundamental para la salud y la vida.

Relaja la sobre-estimulación del Sistema Nervioso, generando un profundo estado de serenidad.

*  Se toma  conciencia corporal y se agudiza la percepción de los niveles más sutiles, es decir, las corrientes electromagnéticas que rigen  el organismo.

*  Se actúa sobre estas energías y sus centros principales, los  Chakras, para mantener o recuperar el bienestar.

Activa la energía del Corazón y promueve la gran fuerza del Amor.

*  Se amplía la comprensión de los propios procesos internos:  físicos, psíquicos y emocionales.

*  Se establece una integración entre mente y cuerpo, imprescindible para la verdadera salud.

*  La práctica del  Yoga abre puertas a la experiencia más plena, integrando los diferentes ámbitos de nuestra existencia.

*  Genera recursos  para abordar los conflictos de la vida cotidiana.

*  Se desarrolla la habilidad de la atención que permite una percepción  más consciente.

El Yoga es una forma de vida, cuya práctica continuada desarrolla los niveles más elevados de la conciencia del ser humano.

Namaskarasana

Esta asana tiene un efecto profundo sobre la pelvis. Aumenta la flexibilidad de las caderas, favoreciendo el funcionamiento de sus órganos internos.

Refuerza los músculos de los muslos, las rodillas, los hombros, los brazos y el cuello.

Da sensación de arraigo con la tierra, los pies como una base estable,  sostienen  la posición de la pelvis. Asímismo, los chakras de Agua y Tierra se ven estimulados.

 

María Ruíz